27 enero 2011

Llegan los exámenes...

El lunes que viene inicio la semana de exámenes de la carrera de Derecho de la primera evaluación. Me presento en principio a seis asignaturas: el primer parcial de Historia del Derecho (300 folios), el primer parcial de Penal II (150 folios ), el primer parcial de Mercantil I (220 folios), el primer parcial de Mercantil II (150 folios) y las asignaturas cuatrimestrales Teoría del Derecho (190 folios) y Derecho Eclesiástico (193 folios). No existen trucos ni estrategias de última hora. Sólo el estudio limpio, consciente y motivado y unas correctas técnicas de estudio que nos permitan potenciar la memoria y agilizar los extensos temarios con los que nos encontramos a lo largo de la carrera.
El mejor consejo que puedo dar, conforme a mi experiencia, es conocernos a nosotros mismos, potenciar los puntos fuertes, ser conscientes de las debilidades, valorar de forma objetiva nuestras circunstancias y nuestras posibilidades para saber hasta donde se puede tensar la cuerda. Y por supuesto, la planificación. Es primordial. Es necesario disfrutar de la carrera, hacerse una idea del desarrollo de cada asignatura, de su extensión y dificultad y poner en práctica un plan mensual y diario para ir logrando objetivos y asimilando los contenidos.
En muchas ocasiones, se siente un vacío inmenso, una terrible desesperación. Estudiar no resulta sencillo (independientemente de los estudios que uno haya escogido) y se necesita de grandes dosis de autoconfianza para dar un paso y avanzar hacia el final de una etapa, el logro del título académico. Yo no quiero que existan límites, al menos límites personales, creados por mi. Hay que decir adiós al miedo, a la incertidumbre y a la falta de autoestima. La mente es una herramienta maravillosa, capaz de recordar una melodía de hace cincuenta años o de relatar una historia que creíamos olvidada hace mucho. No debemos creer a aquéllos que nos dicen que no merece la pena malgastar el tiempo entre libros porque lo que realmente estamos haciendo es invertir. Creo que, como dice esa frase anónima, “para empezar un gran proyecto, hace falta valentía. Para terminar un gran proyecto, hace falta perseverancia”.
Con estas palabras quería infundir ánimos para todos los estudiantes que, al igual que yo, se enfrentan a varias semanas en las que mantener el ritmo, la paciencia y la memoria resulta del todo imprescindible para abordar con buen pie las convocatorias de exámenes. Aparte del DNI en la mano y los contenidos en la mente, propongo unas gotas de entusiasmo en el desayuno y el afán de superación en los ojos y en el espíritu, por que al final en el examen se refleja y transmite, no únicamente lo estudiado, sino lo que cada uno es y lo que cada uno siente. Los exámenes se acercan… Muy pronto, nos veremos las caras. ¡Os deseo lo mejor para todos!

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