(...) Las nuevas tecnologías de la comunicación y la información también juegan un papel clave en el proceso de globalización. Se desarrolla un mundo lleno de procesos de internacionalización y mundialización, en el que las nuevas tecnologías de la información, la informática y las telecomunicaciones más avanzadas han dado lugar a un fenómeno completamente nuevo: la posibilidad de la permanente intercomunicación planetaria y del intercambio en tiempo real entre todos los agentes sociales. La posibilidad de globalizar los intercambios y las relaciones sociales de todo tipo. Sin embargo, esa capacidad de interrelacionar no se viene utilizando de manera auténticamente globalizadora.
Tanto la producción como el consumo dependen cada vez más de la informática, una tecnología ubicua, presente en las dos actividades. La actividad económica aparece en esta nueva era condicionada por la tecnología; los avances tecnológicos han reducido los costos de transporte y telecomunicaciones, facilitando la incorporación de los mercados nacionales a la economía mundial. En la comunicación, el medio por excelencia es Internet, con el que nace el debate de la democratización: ¿existe realmente en Internet una real libertad democrática o tiende a ser utilizado como un instrumento más de pensamiento único dentro de la política neoliberal? Nos adentramos en una sociedad del conocimiento que modifica de manera revolucionaria toda la esfera social del individuo y que nace con sus propias contradicciones; proporciona grandes ventajas en el plano laboral, económico, político, cultural y personal pero refuerza a su vez las viejas desigualdades puesto que su desarrollo sólo tiene lugar en los países industrializados y siguen siendo las grandes corporaciones las que dominan el panorama mediático.
Por otra parte, la globalización también trae consigo un revolucionario avance de la biotecnología y nuevas legislaciones en el ámbito de las patentes y la producción transgénica. Surge una gran amenaza para la humanidad, al usurpar las multinacionales el conocimiento y la biodiversidad de las comunidades indígenas, unos bienes comunes que no deberían poder ser patentados. Los pueblos ancestrales siempre han utilizado la biodiversidad como recurso local, respetando su conservación y destinada a fines de subsistencia. La acumulación de capital, por el contrario, desea privatizar todo aquello que suponga un beneficio económico y está destruyendo, a su paso, los conocimientos colectivos de pueblos, una forma de vida, una cultura que sobrevive gracias a unos saberes transmitidos de generación en generación y que hoy día, la denominada cultura eurocéntrica se está encargando de desarticular. Se produce una lucha entre unos conocimientos colectivos acumulados a lo largo de los siglos por comunidades indígenas y un deseo privado de patentarlos. Parece ser que resurge el espíritu colonialista de los poderosos, quienes consideran que la ciencia es exclusiva de los países industrializados. La mercantilización de la vida conducirá a la clonación humana, una posible futura manipulación genética que creará un profundo debate social.
Las nuevas bases de la acumulación, en definitiva, fomentan las posibilidades de producción y el acceso a economías de escala gracias a la liberalización del comercio. Se introduce una mayor competencia que tiende a dinamizar la economía gracias a la desaparición de las empresas poco eficientes y los tradicionales beneficios atribuidos al comercio de mercancías son de aplicación al comercio de servicios. La revolución de la microelectrónica y las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones posibilitan el desarrollo de actividades económicas antes imposibles que agilizan el proceso productivo.
Sin embargo, el reparto desigual de dichas ventajas es indiscutible y una gran parte de la población queda marginada de ellas. El movimiento antiglobalización representa el lado oscuro de un fenómeno que oculta su cara más amarga y que plantea serias amenazas desde el punto de vista medioambiental (contaminación...), cultural (eliminación de tradiciones e imposición de un modelo cultural individualista), social (la reducción de servicios sociales por parte de la estrategia neoliberal...) o laboral (destrucción de empleo, creación de condiciones de trabajo muy discutibles, el no respeto hacia los derechos sociales...).
Desde este punto de vista, las nuevas bases de la acumulación presentan grandes oportunidades de crecimiento en todas las esferas de la vida pero también desafíos importantes a los que debe hacer frente cuanto antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario