No interfieras en su lucha interior, no profanes la intimidad de esta romántica e inusual heroína. Es una niña insultantemente atrevida, una mujer que aún no ha encontrado su camino, un patito feo en busca de reconocimiento, ese pedazo de conciencia que nos dice que deberíamos ser más críticos ante la hipócrita vida que reparte sus cartas tan a la ligera. Es una incomprendida, una teatrera, una desobediente. Pero su sinceridad la delata sin lugar a dudas y la deja desnuda ante el mundo. Te dirá que no comprende nada, que quiere aprenderlo todo, que está dispuesta a cercenar cualquier respuesta que no se acople a su inmadura concepción del mundo. Déjala, es su momento, su tragicomedia debe vivirla sola. Cuando la desfachatez venda sus armas al sentido común ella volverá al punto de partida para entregar su espada y capitular, con el alma extendida y el orgullo siempre alerta. No te preocupes por ella. Mañana, o pasado, la princesa guerrera desandará el camino del descaro y la insolencia, le pedirá permiso a su rebeldía y te pedirá perdón. Ella se presenta así, luchadora, indisciplinada, resuelta. Déjala, que viva su truculenta juventud al margen de cualquier atisbo de raciocinio. Nada de lo que digas hoy la convencerá.
ESTHER DE LÓZAR CUEVAS
Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!
"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)
"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)
"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)
"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)
"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)
Hoy se rebela
Espera, no te adelantes a los acontecimientos. Ella es una guerrera, una loca idealista, la voz inconformista de la juventud. Apunta tan alto que con frecuencia olvida dónde está el suelo. Si la intentas frenar, ella te dará la espalda. Deja que se rebele, ya pasará la tormenta. Su actitud es por ahora un rompecabezas, siempre boca abajo, en su columpio de diva, nunca contenta del todo. Me produce risa pero también una mezcla de admiración y de orgullo. Es una valiente, por gritarle a la vida su inconformidad y sus injusticias, por enfrentarse a los males que no tienen nombre y que nunca se atreven a dar la cara. Compréndela, está indignada, dolida, perdida. Tampoco la subestimes porque tiene mucha fuerza interior y una inteligencia fuera de lo común.
No interfieras en su lucha interior, no profanes la intimidad de esta romántica e inusual heroína. Es una niña insultantemente atrevida, una mujer que aún no ha encontrado su camino, un patito feo en busca de reconocimiento, ese pedazo de conciencia que nos dice que deberíamos ser más críticos ante la hipócrita vida que reparte sus cartas tan a la ligera. Es una incomprendida, una teatrera, una desobediente. Pero su sinceridad la delata sin lugar a dudas y la deja desnuda ante el mundo. Te dirá que no comprende nada, que quiere aprenderlo todo, que está dispuesta a cercenar cualquier respuesta que no se acople a su inmadura concepción del mundo. Déjala, es su momento, su tragicomedia debe vivirla sola. Cuando la desfachatez venda sus armas al sentido común ella volverá al punto de partida para entregar su espada y capitular, con el alma extendida y el orgullo siempre alerta. No te preocupes por ella. Mañana, o pasado, la princesa guerrera desandará el camino del descaro y la insolencia, le pedirá permiso a su rebeldía y te pedirá perdón. Ella se presenta así, luchadora, indisciplinada, resuelta. Déjala, que viva su truculenta juventud al margen de cualquier atisbo de raciocinio. Nada de lo que digas hoy la convencerá.
No interfieras en su lucha interior, no profanes la intimidad de esta romántica e inusual heroína. Es una niña insultantemente atrevida, una mujer que aún no ha encontrado su camino, un patito feo en busca de reconocimiento, ese pedazo de conciencia que nos dice que deberíamos ser más críticos ante la hipócrita vida que reparte sus cartas tan a la ligera. Es una incomprendida, una teatrera, una desobediente. Pero su sinceridad la delata sin lugar a dudas y la deja desnuda ante el mundo. Te dirá que no comprende nada, que quiere aprenderlo todo, que está dispuesta a cercenar cualquier respuesta que no se acople a su inmadura concepción del mundo. Déjala, es su momento, su tragicomedia debe vivirla sola. Cuando la desfachatez venda sus armas al sentido común ella volverá al punto de partida para entregar su espada y capitular, con el alma extendida y el orgullo siempre alerta. No te preocupes por ella. Mañana, o pasado, la princesa guerrera desandará el camino del descaro y la insolencia, le pedirá permiso a su rebeldía y te pedirá perdón. Ella se presenta así, luchadora, indisciplinada, resuelta. Déjala, que viva su truculenta juventud al margen de cualquier atisbo de raciocinio. Nada de lo que digas hoy la convencerá.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario