El modelo socialista defiende un sistema económico basado en la construcción de una sociedad sin clases, donde no exista ni dominación, ni explotación. Su lema es la igualdad y las socialización de los medios de producción. El socialismo es el gran antagonista del capitalismo, cuyo sujeto económico es el individuo, el fin perseguido la utilidad individual y el mayor beneficio y sus bases el mecanismo de mercado basado en la propiedad privada. Por el contrario, en el socialismo el sujeto sería la sociedad en su conjunto, el objetivo el bienestar colectivo y su base la planificación.
Sin embargo, la historia muestra que la realidad está conformada por situaciones multiformes y que no se dan situaciones puras a esta alternativa. Las economías occidentales no responden de modo absoluto al modelo capitalista de competencia ideal y en todas ellas la intervención del Estado ha sido creciente, se ha utilizado la planificación y la aparición de empresas multinacionales han impedido que se conozca la libertad de mercado tal y cómo aparece expuesta en los libros de economía política. Igualmente, los proyectos socialistas llevados a la práctica se han alejado bastante de la idea original sobre la que se asentaba el modelo socialista, ya que las economías del este de Europa nunca estuvieron absolutamente planificadas ni desapareció completamente el mercado.
La revolución socialista no tuvo lugar en países desarrollados sino en sociedades atrasadas, como es el caso soviético y chino. En la Unión Soviética, bajo el stalinismo, se creó una estructura de poder fuertemente centralizada, un autoritarismo con un fuerte poder político acostumbrado a imponerse a través de la política del terror e incapaz de aceptar otra ideología que no fuera la suya. En Rusia sí se produjo una revolución socialista basada en la clase obrera pero la burocracia terminó con el emergente poder de ésta; Stalin estableció un régimen de terror que mantuvo la economía planificada. El ideal del socialismo, el control del Estado y el gobierno por parte de la clase obrera, no tuvo lugar en Rusia pero tampoco en los países de Europa del Este (donde se produjo un levantamiento contra el fascismo), en China (lucha campesina contra el imperialismo nipón) o en Cuba.
¿Cuáles son las razones del fracaso de la aplicación del socialismo en los distintos países que han optado por este modelo económico? Lo mismo que el capitalismo entra en diferentes crisis cíclicas debido a la sobreproducción (la explotación de la clase obrera no permite a ésta adquirir a producción completa), la economía planificada del socialismo no podía conducir a un desarrollo económico si no existía una participación de las masas, una intervención de los individuos en materia económica. En la Unión Soviética, la enorme represión que se estableció para mantener el socialismo contrastaba con la utopía de igualdad y libertad proclamada por el modelo y puso de manifiesto la inviabilidad de un régimen que invertía la mayoría de sus recursos en un aparato represivo. Ello condujo a una ausencia total de la democracia, a una dictadura cargada de encarcelamientos, asesinatos y opresión. Una Unión Soviética que sometió a naciones enteras dentro y fuera de sus fronteras.
En el ámbito político, el régimen represivo que ha caracterizado a los países socialistas impide poder hablar de justicia y democracia. Todo es del Estado, pero éste puede mostrarse en no pocas ocasiones como un aparato autoritario. Por otra parte, es una gran contradicción que el socialismo defienda la igualdad y, sin embargo, el grado de participación popular en los países que ostentaron este modelo, sea tan escasa (por ejemplo, China, Yugoslavia, Cuba...). A su favor, se puede destacar el logro de a socialización de los medios de producción y una lucha por satisfacer las necesidades básicas de la población.
En definitiva, el socialismo real es un modelo económico y social que aparece como una alternativa para superar las contradicciones del capitalismo pero que aún no ha alcanzado esa igualdad, libertad y justicia tan pregonadas en la teoría. Lo cierto es que la Humanidad todavía no ha encontrado aún la forma definitiva y satisfactoria de resolver los problemas económicos sin generar malestar, pobreza y desigualdad.