ESTHER DE LÓZAR CUEVAS
Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!
"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)
"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)
"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)
"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)
"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)
César Millán, el Encantador de perros
Nació en una casa de adobe y ha conocido la miseria en su rancho de Sinaloa (México). A los 21 años decidió escapar de su destino y cruzó la frontera. Al otro lado le esperaban los mismos infortunios y la sombra del racismo que pesa como una losa sobre todos los inmigrantes ilegales que sueñan con una vida mejor, con la vida americana. Fue un espalda mojada que vivió a la intemperie, en las zonas oscuras de Estados Unidos. En su pueblo, donde le apodaron despectivamente “el perrero” por sus dotes innatas de amaestramiento canino, no le aceptaron. Poco se iban a imaginar sus paisanos y el propio César Millán que su mágico trato con los perros sería venerado en 105 países del mundo y que se construiría un imperio bajo su nombre donde el perro se convertiría en protagonista de su historia.
Su filosofía es “ejercicio, disciplina y cariño”. Es él el líder indiscutible de la manada, un encantador de perros que ha revolucionado la televisión con su liderazgo y su carisma, con sus habilidades para comunicarse con el que se dice es el mejor amigo del hombre. Sabe cómo chistar a los perros, lidia con los más rebeldes, apacigua a los más agresivos, conoce la energía que cada uno proyecta y la utiliza para el beneficio de dueños y animales. En una sociedad en la que el colectivo canino sufre por desgracia con mayor frecuencia los males del abandono y los malos tratos, este mexicano triunfa con una curiosa profesión, el adiestramiento de perros difíciles, en la que el ser humano y la mascota se aceptan y reconocen, con un respeto mutuo de su identidad.
Él no recurre a los gritos ni da órdenes, ni se impacienta, ni pierde los nervios. Su temple le indica al perro quien manda. Famosos y anónimos, ya nadie se resiste. Porque tiene una capacidad asombrosa de persuasión y de influjo. Lo saben las personas y lo sienten los perros. Su centro de Psicología Canina de Los Ángeles recupera a mascotas cuyos dueños dieron por perdidas y rehabilita a los canes más peligrosos. Sus técnicas han llegado a ser expuestas en universidades tan prestigiosas como la de Yale y la venta de sus libros ha alcanzado la friolera de los tres millones de ejemplares. Poco les ha importado a los perros sus orígenes o su anterior vida. Porque los perros no saben de prejuicios ni de racismo.
En una entrevista concedida al periódico “El Correo”, César Millán explica: “El perro siempre olvida si lo trataste mal. Todos los días te da una oportunidad, no como el humano, que está en guerra porque no olvida, no sabe… Tampoco sabe lo que es el amor incondicional, y el perro sí. Ese amor a toda costa es la demostración de la existencia de Dos para los que no creen en él. El perro es un embajador de Dios”. Un ejemplo de humanidad, autoconocimiento y disciplina en el corazón de unos Estados Unidos que se han visto obligados a reconocer la valía de un inmigrante vapuleado, que llegó sin nada para levantar un inmenso imperio canino y hacer del perro su amigo y su talismán.
Amando en soledad
Desconozco cuáles han sido las fatídicas jugadas que me han conducido hasta aquí. No he podido olvidar tus besos, tus arrebatos, tus consejos. La vida es así, me dicen. Un clavo saca otro clavo. Pero me pierdo irremediablemente en mi propio mar de errores y pasos en falso, arrepentida de no haber sabido valorarte, dolida por no haber podido salvar lo nuestro. No fue mi intención actuar de ese modo pero admito mi culpa y apunto al corazón, sólo una bala pero no creo que el daño sea tan mortal como la herida que me provoca tu ausencia. Vivo en soledad, mitad amándote, mitad odiándome. Esa es la penitencia que debo pagar, a pesar de tu perdón, más allá del olvido y de los besos que nos dimos un día.
Sé que ya no vas a venir, ésta es mi más absoluta soledad, sin más compañía que la de mi propio silencio, sin más consuelo que tu recuerdo envolviendo mi por aquel entonces ingrata piel. Me rindo al abandono de un rincón enmudecido, solitario, abandonado. Lejos de ti pero sin lograr regalar tu sonrisa al viento que juguetea con mis dedos. Sólo una rosa blanca, de vez en cuando, se posa en mis manos, para desangrar mi alma dulce y sutilmente, para no darme el lujo de poder olvidar que tú me las regalabas cada aniversario. Otra llaga más para mi colección. Imposible escapar de mi soledad.
La parada del amor
Me encuentro desorientada en esta enorme estación de autobuses. Me paseo más vulnerable que nunca entre marquesinas y equipajes, entre los empujones de viajeros impacientes. Mi única maleta es el corazón pero no encuentro la parada correcta. He deambulado demasiado por caminos solitarios y pantanosos y ahora deseo compartir mi amor, despertar acompañada, enfadarme con alguien que no sea mi reflejo en el espejo del baño, vivir y sentir con esa mitad que me haga sentir única en este mundo de iguales.
Los transeúntes no entienden la pregunta, me miran sorprendidos y siguen su camino. Unos llegan, otros esperan la salida. Dentro de esta monótona rutina yo necesito encontrar mi destino, entre tantos números yo estoy esperando mi oportunidad, la señal que indique cuál es mi parada, mi lugar, mi billete de ida. No importa la duración del viaje, los ruidos del exterior, el extraño silencio del vacío asiento de al lado. No es una huida, es un inicio. Creo que me dejaré guiar por las indicaciones del alma, por las voces del interior, por esa parte de mí que desea romper con la soledad. Pronto iniciaré mi éxodo particular, atrás quedarán las absurdas conversaciones conmigo misma, los besos con los que he soñado, la taza solitaria en el desayuno, el vacío inmenso de unos armarios demasiado grandes, el espacio vacante del lado izquierdo de la cama. Hoy digo sí al amor, a sus abrazos y a sus latidos. Por ello no desespero y sigo a tientas mi instinto, esperando encontrar, en este confuso mar de direcciones, mi parada, la parada del amor.
Los transeúntes no entienden la pregunta, me miran sorprendidos y siguen su camino. Unos llegan, otros esperan la salida. Dentro de esta monótona rutina yo necesito encontrar mi destino, entre tantos números yo estoy esperando mi oportunidad, la señal que indique cuál es mi parada, mi lugar, mi billete de ida. No importa la duración del viaje, los ruidos del exterior, el extraño silencio del vacío asiento de al lado. No es una huida, es un inicio. Creo que me dejaré guiar por las indicaciones del alma, por las voces del interior, por esa parte de mí que desea romper con la soledad. Pronto iniciaré mi éxodo particular, atrás quedarán las absurdas conversaciones conmigo misma, los besos con los que he soñado, la taza solitaria en el desayuno, el vacío inmenso de unos armarios demasiado grandes, el espacio vacante del lado izquierdo de la cama. Hoy digo sí al amor, a sus abrazos y a sus latidos. Por ello no desespero y sigo a tientas mi instinto, esperando encontrar, en este confuso mar de direcciones, mi parada, la parada del amor.
La figura del abogado
El artículo 24 de la Constitución Española (CE) dice que “todos tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que en ningún caso se produzca indefensión y a la defensa y asistencia de Letrado”. La fuerza de este precepto constitucional (como derecho fundamental en nuestra sociedad), unido a las exigencias establecidas en las leyes procesales impone la necesidad, como regla general, de acceder a la Jurisdicción mediante la asistencia de abogado.
La figura del abogado está representada por el Licenciado/Graduado en Derecho que ejerce profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, o el asesoramiento y consejo jurídico. Entre sus funciones principales e encuentran la de estudio y resolución de los conflictos jurídicos a través de la aplicación correcta de las normas del derecho al caso concreto debatido, el asesoramiento y representación de particulares o Estado, redacción de contratos y documentos…Es un profesional del Derecho que defiende los derechos e intereses públicos o privados mediante la aplicación de la ciencia y técnica jurídica.
La Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales, establece las dos condiciones indispensables para el ejercicio de la abogacía: la posesión de título universitario de Derecho y la posterior obtención del título profesional de abogado. Para éste último se exige la superación de una serie de cursos de contenido práctico impartidos por Facultades de Derecho o por colegios de abogados y siempre con la homologación de los Ministerios de Justicia y Ciencia. (Este curso de prácticas jurídicas se convierte en obligatorio para el acceso a la profesión de abogado tras la entrada en vigor de la polémica nueva Ley de Acceso a la Abogacía, el 1 de noviembre de este año).
Ángel Ossorio y Gallardo, jurista y Ministro de Fomento durante el reinado de Alfonso XIII, redactó un decálogo del abogado que recoge las conductas deontológicas que deben primar en el ejercicio de dicha profesión:
1. No pases por encima de un estado de tu conciencia.
2. No aceptes una convicción que no tengas.
3. No te rindas ante la popularidad ni adules la tiranía.
4. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti.
5. No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados pero no consientas ser menos.
6. Ten fe en la razón que es lo que en general prevalece.
7. Pon la moral por encima de las leyes.
8. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común.
9. Procura la paz como el mayor de los triunfos.
10. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las de tu saber.
Nuestra Educación, recortada
El inicio del curso académico coincide con la polémica decisión de los diferentes gobiernos locales de proceder a una serie de recortes educativos que han enervado a un colectivo docente que ha decidido echarse a la calle. Entre las espinosas medidas adoptadas se encuentra la de incrementar la jornada laboral de los profesores de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional en dos horas lectivas más a la semana (concretamente 20 horas semanales). Esto supone, según fuentes sindicales, el despido de 3.000 interinos.
He defendido siempre la Educación (con mayúsculas) como la mejor apuesta para luchar por un futuro digno y ahora me encuentro con este desaguisado. El profesorado, atacado por el estrés y amenazado por males evidentes como la falta de autoridad de los padres en unos hijos insumisos o la apatía de unos chavales que aún no tienen nada claro en la vida, se ven ahora afectados por unos recortes presupuestarios que atacan directamente a una política social básica como es su caballo de batalla diario, la Educación. Nos quejamos del elevado fracaso escolar, del absentismo, de las bajas notas de un alumnado que parece haber perdido la motivación. Y clavamos por la espalda la estocada perfecta, cargando sobre un profesorado materias que no serán propias de su especialización (porque no será experto en la asignatura que por rebote se le haya asignado) y renunciando al trabajo de unos interinos que resentirá el sistema educativo y la formación de los alumnos más desventajados.
Y es comprensible la desmoralización de un profesorado ante la frivolización de la situación por parte de determinados políticos, entendiendo que el malestar se arrastra desde el recorte de sus retribuciones entre un 5 y un 10%, la reducción estatal y autonómica de las partidas presupuestarias educativas en una cantidad superior a los 2.000 millones de euros y la exigua oferta de empleo público (con sólo un 30% de reposición de efectivos). Y la crisis como excusa de estas decisiones que provocarán una merma del aprendizaje, un esfuerzo supletorio a la plantilla fija, un desgaste en progreso social y un empobrecimiento en cultura y conocimientos. Madrid como ejemplo de unos preocupantes recortes sociales y bomba electoral entre PP y PSOE. Al margen de cualquier partidismo y de cualquier ideología, seguiré defendiendo aquello en lo que creo y aquello que a mí me ha dado la vida, la libertad y lo que, a fuerza de tanto estudiar, he valorado como algo muy mío; mis conocimientos. A pesar de las estocadas, a pesar de los tijeretazos. Tenemos que seguir apostando por la Educación.
Hoy quiero volar
No voy a ceder a chantajes emocionales ni autoritarismos egoístas. Hoy quiero volar, liberarme, ser yo misma. Necesito renovar mi piel, dar sentido a mis alas, encontrar la credibilidad a toda mi existencia. Palabras que me avalen, hechos que me mantengan en pie, corazones que pidan a gritos mis besos. La legitimación de todo mi ser. Que no me hablen de inmadurez, de limitaciones, de fracasos. Para ser libre debo escapar de mis cadenas y de las falsas promesas. De un abrazo sin sabor, de la sal y del limón, de la amargura de sentirme vacía, sin contenido ni valor.
No lograrán convencerme porque su lisonja ya no me produce ningún efecto. Su anestesia ya no me droga los sentidos. Ahora quiero más, ahora quiero volar, sentir nacer las alas que mi propia ceguera mantuvo pegadas a la espalda, inservibles, inertes, dormidas. Me rebelo contra el mundo y emprendo mi propio camino, espinoso y árido pero libre de trampas mortales y de sucias jugadas. Tiro los dados y he decidido volar. Se rompe el hechizo, empieza la vida real. Prefiero caer una, mil veces a quedarme aquí, perdiendo mi esencia entre mentiras y zancadillas. Están naciendo las emociones, están creciendo mis alas. Es irreversible, advierto. Estoy preparada para emprender el vuelo y para los aterrizajes forzosos, para la gloria más inexacta y la caída más imperfecta. No tengo miedo a esa clase de golpes. Hoy, por fin, escapo de imposiciones y coacciones, de miedos y absurdos. Hoy quiero volar. Lejos de hirientes tretas, de sucias acusaciones, de cobardes actores. Lejos de una anestesia general que, en forma de perversa maleza, adormecía mis alas.
No lograrán convencerme porque su lisonja ya no me produce ningún efecto. Su anestesia ya no me droga los sentidos. Ahora quiero más, ahora quiero volar, sentir nacer las alas que mi propia ceguera mantuvo pegadas a la espalda, inservibles, inertes, dormidas. Me rebelo contra el mundo y emprendo mi propio camino, espinoso y árido pero libre de trampas mortales y de sucias jugadas. Tiro los dados y he decidido volar. Se rompe el hechizo, empieza la vida real. Prefiero caer una, mil veces a quedarme aquí, perdiendo mi esencia entre mentiras y zancadillas. Están naciendo las emociones, están creciendo mis alas. Es irreversible, advierto. Estoy preparada para emprender el vuelo y para los aterrizajes forzosos, para la gloria más inexacta y la caída más imperfecta. No tengo miedo a esa clase de golpes. Hoy, por fin, escapo de imposiciones y coacciones, de miedos y absurdos. Hoy quiero volar. Lejos de hirientes tretas, de sucias acusaciones, de cobardes actores. Lejos de una anestesia general que, en forma de perversa maleza, adormecía mis alas.
Autodidacta
Ella aprendía de la vida sin diccionarios ni maestros. Observaba los movimientos, leía las noticias, analizaba comportamientos. Programaba su aprendizaje metódicamente, al detalle, con ahínco y tesón. Sus errores resolvían sus antiguas dudas, sus triunfos abrían paso a nuevos conocimientos. Nada se resistía a sus locas ganas de saber. La noción que ella tenía de la vida había sido cultivada puntual y celosamente. No se apoyaba en mentores ni en falsos profetas, escapaba de modas pasajeras y de la vida ociosa.
Era como una muñeca a la que nunca se le terminaba la cuerda, la movilidad, el raciocinio en soledad. Era envidiada por filósofos e intelectuales, odiada por alocadas y estancadas maniquíes, amada por todos los que buscaban el sentido de la vida entre libros y pensamientos. Ella era la reina de la educación y sus discursos llenaban de verdad y de buen juicio sus autónomas ideologías, sus versos perfumados. Hilaba sus argumentos con tanta elegancia que la cultura anidaba hechizada en la comisura de sus sabios labios. Nadie sabía que ella tenía sus tristezas ocultas bajo llave en el alma y que, para que no la consumieran en momentos de calma, debía dar cuerda a su espalda, sentido a su vida, movimiento a su alma. Ella aprendía así de la vida, de una forma especial, a través de la búsqueda y de la asimilación individual, de la autodisciplina y la investigación. Era única, era autodidacta.
Era como una muñeca a la que nunca se le terminaba la cuerda, la movilidad, el raciocinio en soledad. Era envidiada por filósofos e intelectuales, odiada por alocadas y estancadas maniquíes, amada por todos los que buscaban el sentido de la vida entre libros y pensamientos. Ella era la reina de la educación y sus discursos llenaban de verdad y de buen juicio sus autónomas ideologías, sus versos perfumados. Hilaba sus argumentos con tanta elegancia que la cultura anidaba hechizada en la comisura de sus sabios labios. Nadie sabía que ella tenía sus tristezas ocultas bajo llave en el alma y que, para que no la consumieran en momentos de calma, debía dar cuerda a su espalda, sentido a su vida, movimiento a su alma. Ella aprendía así de la vida, de una forma especial, a través de la búsqueda y de la asimilación individual, de la autodisciplina y la investigación. Era única, era autodidacta.
El proceso de Kafka
Para los amantes del Derecho y de las pasiones y angustias existe la posibilidad de disfrutar de la obra de Franz Kafka, un escritor checo que cautivó a la literatura universal con sus desgarradoras y desesperadas novelas en las que sus personajes experimentan en carne propia el vacío y la soledad, la incomprensión de un sistema que acusa y condena. Me ha quedado un grato recuerdo de su historia “El proceso” en la que el protagonista, Josef K, un hombre al que parecen haber arrancado su apellido y su identidad, es un día detenido y procesado sin conocer jamás la causa y sin lograr encontrar un sentido al sistema judicial que le presiona y persigue.
Quizá el propio Kafka haya querido reflejar su estado anímico en un hombre despersonalizado dentro de un mundo complejo y absurdo porque su vida estuvo marcada por las presiones de un padre que le arrastraba al trabajo burocrático y le impedía ejercer esa vocación literaria que había aflorado en él. En sus cuadernos íntimos, el escritor hablaba de demonios, soledad y desamparo. Esa angustia vital se transmite sin sombras en “El proceso”, sin espacios para la libertad personal o la posibilidad de defensa. Josef K, un empleado del banco, desconoce los cargos que se le imputan, el delito del que se le acusa y el tribunal que ha de conocer su caso. Todo se desarrolla en el más absoluto secretismo. Sin escapatoria posible y con el dedo acusador de la maquinaria burocrática sobre la espalda, no le queda más remedio que tratar de hallar respuestas y demostrar su inocencia envuelto en una red procedimientos complejos y de desinformación que irá minando sus esperanzas. Reglamentos indescifrables, leyes incomprensibles, un entramado infinito de jerarquías y poderes, unos funcionarios sin explicaciones, unos superiores que nunca se dejan ver, una estructura judicial desconocida y misteriosa para el ciudadano.
Cualquiera de nosotros podríamos ser Josef K, víctimas de un sistema opresor, quizá más sutil pero con las mismas trampas, más renovado pero con diferentes vicios y faltas. Estamos ante una obra cumbre que nos conduce por la irrealidad de un procedimiento que el protagonista no llega a asimilar nunca, por la imposibilidad de comunicación alguna con los encargados del caso, con la soledad más pura y el escepticismo de un hombre que quizá no creyó nunca en su proceso. Una ácida crítica aplicable sin reservas al mundo actual, un grito callado contra la excesiva burocratización y deshumanización de un Estado alejado cada vez más del individuo, un individuo incapaz de conocer el entramado jurídico y administrativo y por lo tanto esclavo de su propia ignorancia.
La justicia ya había tomado una decisión y el propio Josef K pudo intuir su final, sin garantías judiciales, sin posibilidad de apelación, sin respuestas, sin capacidad de lucha ante decisiones arbitrarias y un derecho procesal agobiante y lleno de oscurantismo. Probablemente condenado por sus propios errores porque intentó comprender y establecer su propia defensa en un mundo carente de toda lógica y raciocinio. Hoy a todos nos pueden asaltar las mismas dudas que a K. Vivimos nuestro propio proceso, silencioso, oculto, absurdo, onírico…
Niños robados
Ellos representan la lucha contra el olvido de la memoria. Son madres que denuncian el robo de sus bebés recién nacidos. Son hijos que descubren haber sido comprados y buscan a ciegas una luz sobre su nacimiento y su verdadero origen. La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (ANADIR) ha presentado ante la Fiscalía una denuncia conjunta con cerca de 300 casos de supuestos hijos robados. Es la voz colectiva en busca de justicia, en busca de respuestas a través de la apertura del tan ansiado procedimiento judicial.
La supuesta trama, extendida por toda España, tuvo como principal centro de operaciones a la Clínica San Ramón, la Clínica de O’Donell y la Maternidad de Santa Cristina, los tres centros ubicados en Madrid. La red de tráfico de bebés se tejió en torno a los hospitales, la Iglesia y la Administración en la época franquista y prosiguió ya iniciada la democracia (hay casos de los años ochenta). Los centros hospitalarios y los pisos de acogida a embarazadas fueron el caldo de cultivo de multitud de operaciones de compra-venta de niños. El procedimiento era muy similar en todos los casos: la madre biológica era consciente del nacimiento del bebé pero poco después se le explicaba que éste había nacido muerto. El niño era entregado a un matrimonio que pagaba una considerable cantidad de dinero por él. Los protagonistas directos del suceso fueron los médicos, las religiosas, las matronas y los funcionarios comprados. Las víctimas y afectados fueron las madres biológicas y los niños robados.
Hoy día asistimos a la esperanza más fiable, la del ADN y el cotejo de huellas genéticas que permitan a los perjudicados recuperar unos recuerdos arrebatados en el pasado. Tras cada intercambio hay una historia de dolor, de pérdida, de lágrimas. Unos llenaban sus bolsillos mientras que otros perdían a sus hijos. Brazos vacíos y rotos para unas madres jóvenes que lloraron una muerte ficticia. Y resulta vergonzoso que la principal causa de muerte de los bebés fuese una supuesta otitis (teoría descartada por los médicos actualmente) y resulta espeluznante pensar que todas las madres veían el cuerpo sin vida y congelado del mismo niño comodín en la Clínica San Ramón.
Nos enfrentamos al desenmascaramiento de una de las historias más macabras de nuestro país, con certificados de nacimiento y defunción muy esclarecedores de la trama, expedientes desaparecidos, la antigua tramitación de adopciones ante supuestos casos de abandono, un Registro Civil y una documentación que falseó la realidad. Los verdugos se indignan y callan mientras que abogados, periodistas, psicólogos y colectivos sociales apoyan a las víctimas y buscan a gritos la verdad.
El silencio para médicos, matronas, monjas, curas, funcionarios implicados. Todos ellos jugaron a ser Dios, decidiendo qué bebé venderían y por cuánto dinero. Crearon el negocio perfecto en una España cuyo contexto social e ideológico convertía en incuestionable la firma y la reputación de un médico, en intocable al colectivo religioso y en permisibles unas leyes de adopción con vacíos legales. El resultado fueron alrededor de 30.000 niños robados. Niños que perdieron el abrazo de su madre y sus apellidos y vivieron otra vida, mejor o peor, pero no la que por destino tenían derecho a vivir. Porque sus madres biológicas no les regalaron, ni entregaron, ni vendieron, ni abandonaron. Ellas les reclaman, les reclamaron siempre. Iban a visitar una tumba vacía, nunca despidiéndose del todo, viviendo un luto extenuante y de mentira, una vida a medias, sin poder cerrar ese capítulo de su vida que empezó con un nacimiento y una partida de defunción en un papel plagado de irregularidades que falsificó todos sus recuerdos. Brazos vacíos y rotos que hoy claman justicia.
Te espero en la eternidad
Te espero aquí, en mi eternidad, en este paraíso de dulce y bruma. No creo que exista lugar más bello y más mágico. No hay sitio para el rencor ni para las malas intenciones. Todo se reduce a nubes de algodón y gaviotas soñadoras. El olor también es diferente, mezcla de rosa y lavanda. Hay un enorme portón de entrada pero no existe la salida. Tampoco querrás encontrarla. Te espero, con las pupilas anegadas de recuerdos y besos. Pero no te preocupes, tengo todo el tiempo del mundo y mi mayor virtud es la paciencia. Aguardo tu llegada mientras contemplo este cielo infinito que no me permite vivir más allá del día a día, de mi presente. Aquí no tendrás que preocuparte de planes ni reuniones, ni de atascos ni malentendidos. Las palabras tampoco son estrictamente necesarias porque los gestos lo significan todo.
Las lágrimas no cruzan la frontera porque en este sitio no llueve nunca. Sigo sin creerlo del todo y por si acaso no me despego de mi paraguas, de mis vivencias más amargas. Aquí los deseos se cumplen en forma de estrella y los sueños se pasan la noche meciéndose en la coqueta señora luna. Todavía sigo buscando mi sitio, ya me conoces, tan desorientada, pero prometo estar lista para cuando vengas. El vagabundo silencio reconforta y me hace dueña de mi propia y pasajera soledad. Pasajera porque te estoy esperando, pasajera porque nunca he aprendido a vivir del todo sola. Haremos aquí arriba una nueva vida, elige tú la nube más elegante, y emprenderemos el vuelo.
Cada uno vive su propia eternidad. Esa es la regla general. Pero sabes que yo me guio por los instintos y no podría soportar la contemplación de un mudo paisaje sin nadie con quien hablar. La eternidad me llama, me susurra y me convence a medias. No sabe todavía que soy muy obstinada y que viviré entre sus brazos acompañada. Te espero aquí, en el umbral de mi inmortalidad. Tengo todo el tiempo del mundo… pero no tardes, por favor.
Las lágrimas no cruzan la frontera porque en este sitio no llueve nunca. Sigo sin creerlo del todo y por si acaso no me despego de mi paraguas, de mis vivencias más amargas. Aquí los deseos se cumplen en forma de estrella y los sueños se pasan la noche meciéndose en la coqueta señora luna. Todavía sigo buscando mi sitio, ya me conoces, tan desorientada, pero prometo estar lista para cuando vengas. El vagabundo silencio reconforta y me hace dueña de mi propia y pasajera soledad. Pasajera porque te estoy esperando, pasajera porque nunca he aprendido a vivir del todo sola. Haremos aquí arriba una nueva vida, elige tú la nube más elegante, y emprenderemos el vuelo.
Cada uno vive su propia eternidad. Esa es la regla general. Pero sabes que yo me guio por los instintos y no podría soportar la contemplación de un mudo paisaje sin nadie con quien hablar. La eternidad me llama, me susurra y me convence a medias. No sabe todavía que soy muy obstinada y que viviré entre sus brazos acompañada. Te espero aquí, en el umbral de mi inmortalidad. Tengo todo el tiempo del mundo… pero no tardes, por favor.
Vuela
Vuela libre, sin miedo, sin restricciones. Yo garantizo tu vuelo, me convierto en esclava de tus deseos y en guardián más fiel de tus anhelos. No hay nada que te retenga aquí, no hay prisiones ni cadenas, ni recuerdos dolorosos, ni miedos que impidan batir las alas. No mires atrás, no te lleves nada, todo es accesorio. Conservaré tu esencia en el aire, proclamaré al viento tus verdades y tus logros, pero no vuelvas la vista. Serás diosa entre rascacielos, vivirás al margen del sufrimiento y de los delirios humanos, conocerás el placer más arrebatador, el éxito más célebre, el mar más infinito.
No detengas tu vuelo y procura mantenerte siempre entre cielo abierto porque entre la maleza y las malas hierbas puedes herir fatalmente tus alas. Confía en mis palabras, en la fe que he depositado en tus ojos luminosos, en el amor que te profeso y que guiará tu camino. No importa lo lejos que vayas o lo cerca que creas sentirme. Reposa lo necesario para recuperar fuerzas y sigue volando. El pasado se difuminará con las amapolas y el futuro te estará esperando en el rocío de la mañana. Todo muere para renacer de nuevo. Tus colores brillarán cuando el tiempo amaine y finalice la tormenta. Mis besos te llevas bajo las alas, no los regales al viento ni los pierdas entre las rosas silvestres. Acarícialos cuando te sientas sola. Es tu momento, es tu cielo, es tu gloria. No mires atrás. Nada queda que merezca la pena, nada que te impida emprender el vuelo. Nadie que te eche de menos en sus tardes. Nadie… excepto yo.
No detengas tu vuelo y procura mantenerte siempre entre cielo abierto porque entre la maleza y las malas hierbas puedes herir fatalmente tus alas. Confía en mis palabras, en la fe que he depositado en tus ojos luminosos, en el amor que te profeso y que guiará tu camino. No importa lo lejos que vayas o lo cerca que creas sentirme. Reposa lo necesario para recuperar fuerzas y sigue volando. El pasado se difuminará con las amapolas y el futuro te estará esperando en el rocío de la mañana. Todo muere para renacer de nuevo. Tus colores brillarán cuando el tiempo amaine y finalice la tormenta. Mis besos te llevas bajo las alas, no los regales al viento ni los pierdas entre las rosas silvestres. Acarícialos cuando te sientas sola. Es tu momento, es tu cielo, es tu gloria. No mires atrás. Nada queda que merezca la pena, nada que te impida emprender el vuelo. Nadie que te eche de menos en sus tardes. Nadie… excepto yo.
Proceso de regionalización
En el ámbito de la economía internacional actual son cada vez más frecuentes los procesos de integración regional y la creación de bloques económicos. Ejemplos del fenómeno de integración económica se encuentran en la evolución histórica de la Unión Europea hacia una nueva unión económica y monetaria, la conversión de Estados Unidos, que ratificó el acuerdo de libre comercio al que se incorpora México (NAFTA), la proliferación de procesos de integración que implican a países en desarrollo, como es el caso de MERCOSUR y los acuerdos preferenciales regionales entre países desarrollados y países en desarrollo, como el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). El proceso de regionalización refleja una evolución multipolar de la economía mundial asentada sobre tres grandes ejes de dominación: Estados Unidos, Alemania y Japón.
Tras la II Guerra Mundial, Estados Unidos consigue la hegemonía económica frente a unos países europeos que deben iniciar el proceso de reconstrucción e inspira el establecimiento de un orden económico internacional del que se excluyen a los países de economía socialista. Su poder es ante todo militar y político. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un incremento de la competencia y la dispersión del poder económico entre los países desarrollados de economía de mercado, debilitando el papel hegemónico de USA y fortaleciendo el papel de los países de Europa occidental y Japón. Se produce entonces una situación de liderazgo compartido que provoca graves tensiones y discrepancias, por ejemplo, las guerras comerciales entre USA y UE o entre UE y Japón. No hay que olvidar que el país más endeudado del mundo es precisamente Estados Unidos y su sistema empieza a tambalearse ante la fuerte confianza depositada en el euro y la ascensión de determinados países cuyo crecimiento puede llegar a desbancarle de su trono.
Ocurre que, más que un verdadero proceso de globalización, se ha generado una regionalización del comercio y las inversiones mundiales, liderada por los países más desarrollados. La lucha por la hegemonía mundial conduce a una mayor competencia entre los grandes centros de dominación y explica por tanto, el hecho de que países poderosos como Estados Unidos y Japón consideren necesario insertarse dentro de los procesos integratorios. La polarización de la economía mundial en determinadas zonas geográficas está siendo cuestionada y son muchos los pueblos que se enfrentan a los grandes centros de poder. Los conflictos se multiplican ante la nueva capacidad de resistencia y conciencia social que embarga a los pueblos que no quieren sucumbir ante el pensamiento único y estructuras económicas desiguales y excluyentes.
Es cierto que existen diferentes tipos de regionalización, predominando aquellas en las que los países se mueven por beneficio propio como es el caso de Alemania dentro de la Unión Europea, Japón en el Sudeste Asiático o Estados Unidos en el NAFTA. Por lo que respecta a los países subdesarrollados, resulta positiva la acción de integración entre ellos (por ejemplo, MERCOSUR) como una manera de hacer frente a los desafíos actuales de la globalización y les ofrece diferentes alternativas para la coordinación de políticas.
A pesar de que se tiende a considerar contradictorios los procesos de globalización y regionalización, en realidad se podrían considerar fenómenos complementarios; la globalización ha facilitado y permitido a diferentes países iniciar un proceso de integración que, en un contexto de economías más cerradas al exterior, hubiera sido muy difícil de establecer. Por otra parte, la unificación de reglamentaciones dentro de una determinada entidad regional puede facilitar las relaciones comerciales.
Globalización y regionalización no son términos incompatibles. Al contrario, actualmente se habla de la denominada Regionalización de la Globalización para expresar la existencia de una verdadera dominación mundial pero con la concentración del poder tanto económico, como político y social en determinadas áreas. Probablemente, el proceso multipolar de regionalización tienda a desarrollarse a lo largo del tiempo, como una forma de facilitar la entrada o permanencia de los países en una compleja estructura económica mundial.
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