ESTHER DE LÓZAR CUEVAS

Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!

"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)

"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)

"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)

"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)

"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)

Soy de la UNED


   La Educación Nacional de Universidad a Distancia (UNED) ha sido mi opción para cursar la carrera de Derecho. Por su metodología de educación a distancia permite la realización de unos estudios superiores a todos aquellos que prefieren este sistema ya sea por simple planificación y preferencia por sus técnicas de aprendizaje o bien por razones laborales, de residencia o cualquier otra. Es la universidad pública con mayor número de estudiantes del país, más de 200.000 y dispone de una amplia oferta formativa entre la que destacan 27 grados, 43 títulos de Máster universitario oficial y 41 programas de Doctorado. 

   Tras haber realizado mis dos primeras Licenciaturas de forma presencial y en una etapa en la que compaginaba el estudio de oposiciones y formación complementaria con un trabajo a jornada completa, opté por la matriculación en esta universidad pública que me ofrecía la posibilidad de un estudio solitario pero autónomo y responsable, a distancia. Entre los recursos del estudiante destacan las tutorías presenciales, los cursos virtuales, la biblioteca o las aulas AVIP. 


   Pronto descubrí que la UNED es sólo para unos pocos. Estoy muy ilusionada con la Licenciatura de Derecho (cuya extinción definitiva se producirá en el año 2015) pero he de confesar que los contenidos a veces resultan inabarcables, los temarios son extensísimos y los exámenes, combinación en la mayoría de las ocasiones de teoría y casos prácticos, son muy complicados. El sistema de evaluación consiste en acreditar el dominio de unos conceptos y una terminología propia a partir de un elevado nivel de exigencia, lo que conlleva por otra parte, una mayor y más sólida formación del alumnado, reconocida en los ámbitos profesionales y entre los preparadores y cuerpo de opositores a las diferentes profesiones jurídicas. Los programas de cada asignatura se exigen completos, sin reducciones ni posibilidades de derogación del temario, una diferencia enorme con la presencial, en la cual el profesor nunca llega a dar la materia en su totalidad debido a una decisión propia o a la falta de tiempo. 

   Me considero una persona afortunada porque gracias a mi fuerza de voluntad mis resultados académicos han sido siempre exitosos. Confieso que en la UNED me he venido abajo en un par de ocasiones ante la renuncia de varios exámenes, el agobio mental, la presión psicológica, la falta de tiempo material disponible… Pero siempre me han gustado los retos. Ya he aprendido que en esta universidad se requiere de una disciplina estricta y de una gran motivación. Si alguno de estos dos ingredientes te falla, no estás en el sitio indicado. 

   La UNED apuesta por la figura del estudiante activo, capacitado para organizar su propio trabajo, preparar las asignaturas con la bibliografía básica y complementaria, estudiar a un ritmo personal y adecuado a las necesidades de cada persona. Sus exigentes requisitos provocan el abandono académico de muchos estudiantes que, decepcionados o con una sensación de fracaso interior, deciden tomarse un tiempo, pasarse a la presencial o dejar los estudios definitivamente. Por todas estas razones, creo que puedo sentirme orgullosa de avanzar, lenta pero segura, por los vértices de esta universidad que me ha permitido estudiar de otra forma y no creer en límites ni fracasos personales. La UNED no es perfecta, ni mucho menos, y quizá demasiado dura para la gran mayoría de los mortales, pero siempre he creído que ningún camino fácil me conducirá a un lugar que merezca la pena. Para bien o para mal, con mis alegrías y mis decepciones, soy de la UNED. 

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Se nota que eres una persona fuerte y de valor. Sin embargo, en lugar de contagiarme tu fuerza, más bien me estás asustando, pues voy ha hacer la UNED este año (porque no tengo otra opción) y no me veo capaz de estar a la altura.

Anónimo dijo...

Hola, me ha gustado mucho tu artículo,y coincido contigo casi al 100%. Estoy cursando mi segunda carrera, la primera en la presencial y esta en la uned 26 años después ¡¡. Te puedo asegurar que jámas había tenido que estudiar tanto como el curso pasado y gracias a una regularidad espartana conseguí unos excelentes resultados. En la UNED es donde de verdad he estudiado, esa soledad que tienes te puede hundir o dar coraje para afrontar el reto. Mucha suerte en tus estudios y nada de miedo, con constancia, como las hormigas, se consigue. Saludos

Anónimo dijo...

Hola,hace unos años que estudio en la UNED y la verdad que describes muy bien lo yo también entiendo que han de ser las aptitudes del estudiante autónomo.
Con respecto al mayor nivel de dificultad si lo comparamos con la presencial,tus palabras me motivan un poco más si cabe para afrontar este nuevo curso que tenemos delante,ya que al ser mi primera experiencia universitaria y no poder comparar,me gratifica que alguien que está realizando su segunda carrera en la UNED opine que el nivel es más alto.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Te dejo un link con diversas iamgenes que permiten ilustrar perfectamente tus reflexiones.

https://www.facebook.com/media/set/?set=oa.10151659192559157&type=1

Anónimo dijo...

Buenas tardes,

Yo también estudié dos licenciaturas en la universidad presencial y hace dos años decidí hacer un máster a través de la UNED, por tanto,yo también soy de la UNED. Pero, no me siento en absoluto dichosa ni realizada, sino más bien fustrada y furiosa.

En mi opinión, el problema de los cursos en la UNED no radica en el alto grado de exigencia que requieren, sino en la falta de compromiso y generosidad por parte de muchos de sus docentes.

Una de las carreras que estudié de forma presencial fue Derecho, y tuve que estudiar libros enteros, leyes, presentar trabajos... y para aprobar los exámenes no bastaba con un resumen, para sacar un 5 había que estudiar para un 8 y ya no os digo para sacar el 8. Pero, a diferencia de la UNED, el profesor de la presencial da la cara, tiene que plantarse frente a ti y resolver tus dudas, al momento, de manera inmediata. Y no se esconde tras un ordenador, ni puede presentarte unos apuntes pasados de moda, etc, etc.

Exigir al alumno es bueno, buscar la excelencia es motivador, pero siempre y cuando por la otra parte se esté a la misma altura. Y eso no ocurre en la UNED.

Saludos

Anónimo dijo...

Me parece bien tu reflexion pero la UNED tendria que plantearse por que es la universidad a distancia con MAYOR numero de abandonos de estudiantes..
Ahi lo dejo

Anónimo dijo...

Me intente preparar para un acceso a la universidad y me dejaron colgada ni me corregían ejercicios vamos una verguenza

Anónimo dijo...

Aprobar en la UNED no es imposible ni tan difícil como contáis. Depende de la asignatura, pero incluso en grados difíciles como matemáticas o ingenierías, se puede ir aprobando con mejor o peor nota.
Pero lo peor no es lo inabarcable de algunos temarios, sino las malas contestaciones por parte de muchos profesores, las faltas de respeto, la arbitrariedad, el despotismo, la arrogancia, la mala organización de ciertas asignaturas, la mala calidad de muchos libros...etc.
La metodología de la UNED es totalmente anti didáctica. Se aprende mil veces más en la presencial con menos esfuerzo. Aprender no es embuchar 1000 páginas de temario sino profundizar en conceptos fundamentales y comprender lo mejor posible lo básico.

Educación exigente pero con una dirección clara dijo...

Estoy realizando un máster por la UNED y mi experiencia, por parte del profesorado es de abandono y cierto autoritarismo basado en la consigna:"yo soy el profesor y siempre se hace lo que yo diga".
Estoy muy a favor de la exigencia, pero por ambas partes, no sólo la referida al alumnado.

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