ESTHER DE LÓZAR CUEVAS

Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!

"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)

"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)

"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)

"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)

"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)

Niños robados


   Ellos representan la lucha contra el olvido de la memoria. Son madres que denuncian el robo de sus bebés recién nacidos. Son hijos que descubren haber sido comprados y buscan a ciegas una luz sobre su nacimiento y su verdadero origen. La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (ANADIR) ha presentado ante la Fiscalía una denuncia conjunta con cerca de 300 casos de supuestos hijos robados. Es la voz colectiva en busca de justicia, en busca de respuestas a través de la apertura del tan ansiado procedimiento judicial. 

   La supuesta trama, extendida por toda España, tuvo como principal centro de operaciones a la Clínica San Ramón, la Clínica de O’Donell y la Maternidad de Santa Cristina, los tres centros ubicados en Madrid. La red de tráfico de bebés se tejió en torno a los hospitales, la Iglesia y la Administración en la época franquista y prosiguió ya iniciada la democracia (hay casos de los años ochenta). Los centros hospitalarios y los pisos de acogida a embarazadas fueron el caldo de cultivo de multitud de operaciones de compra-venta de niños. El procedimiento era muy similar en todos los casos: la madre biológica era consciente del nacimiento del bebé pero poco después se le explicaba que éste había nacido muerto. El niño era entregado a un matrimonio que pagaba una considerable cantidad de dinero por él. Los protagonistas directos del suceso fueron los médicos, las religiosas, las matronas y los funcionarios comprados. Las víctimas y afectados fueron las madres biológicas y los niños robados. 

   Hoy día asistimos a la esperanza más fiable, la del ADN y el cotejo de huellas genéticas que permitan a los perjudicados recuperar unos recuerdos arrebatados en el pasado. Tras cada intercambio hay una historia de dolor, de pérdida, de lágrimas. Unos llenaban sus bolsillos mientras que otros perdían a sus hijos. Brazos vacíos y rotos para unas madres jóvenes que lloraron una muerte ficticia. Y resulta vergonzoso que la principal causa de muerte de los bebés fuese una supuesta otitis (teoría descartada por los médicos actualmente) y resulta espeluznante pensar que todas las madres veían el cuerpo sin vida y congelado del mismo niño comodín en la Clínica San Ramón. 

 Nos enfrentamos al desenmascaramiento de una de las historias más macabras de nuestro país, con certificados de nacimiento y defunción muy esclarecedores de la trama, expedientes desaparecidos, la antigua tramitación de adopciones ante supuestos casos de abandono, un Registro Civil y una documentación que falseó la realidad. Los verdugos se indignan y callan mientras que abogados, periodistas, psicólogos y colectivos sociales apoyan a las víctimas y buscan a gritos la verdad. 

   El silencio para médicos, matronas, monjas, curas, funcionarios implicados. Todos ellos jugaron a ser Dios, decidiendo qué bebé venderían y por cuánto dinero. Crearon el negocio perfecto en una España cuyo contexto social e ideológico convertía en incuestionable la firma y la reputación de un médico, en intocable al colectivo religioso y en permisibles unas leyes de adopción con vacíos legales. El resultado fueron alrededor de 30.000 niños robados. Niños que perdieron el abrazo de su madre y sus apellidos y vivieron otra vida, mejor o peor, pero no la que por destino tenían derecho a vivir. Porque sus madres biológicas no les regalaron, ni entregaron, ni vendieron, ni abandonaron. Ellas les reclaman, les reclamaron siempre. Iban a visitar una tumba vacía, nunca despidiéndose del todo, viviendo un luto extenuante y de mentira, una vida a medias, sin poder cerrar ese capítulo de su vida que empezó con un nacimiento y una partida de defunción en un papel plagado de irregularidades que falsificó todos sus recuerdos. Brazos vacíos y rotos que hoy claman justicia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mi opinion sin intenciones de ofender a nadie sin herir a hijos adoptados k consideran a su madre de corazon biologica , pienso k muchas fueron complices y culpables x ello muchas callan la verdad , nunca hera tan facil hacer una adopcion legal, avian tramites de papeleos y cola ,ablo de 35 años a tras k mi hermano tubo k hacer tramites las madres k octenian facilmente un hijo sin gestionar savian k no heran legales como muchas esperaban con barrigas artificiales y otras sulpaba tu edentidad siendo conciente k antes de nacer ya hera para ella x eso guardan cilencio en mi grafica hay una señora la posivilidad k ingreso sin parir finjiendo ser su madre este es mi caso kien se llebo a mi hermano savia k se lo robaban a su madre, tan tonta no hera las gente ,si diria k fueron mas fria y egoistas ,por tener un hijo sin dolores.

Anónimo dijo...

o si que dolorosa situacion, como pueden tan facilmente jugar con la vida de un pequeño me asombra como puede haber tanta corrupcion y maldad en el mundo, por que no son capaces de hacer algo bien en su vida , culpables son todos desde el complice hasta el victimario, esto no puede continuar que alguien haga algo, no se queden de brazos cruzados solo les digo que el que juega con fuego tarde o temprano se quema

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