ESTHER DE LÓZAR CUEVAS

Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!

"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)

"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)

"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)

"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)

"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)

Proceso de regionalización

   En el ámbito de la economía internacional actual son cada vez más frecuentes los procesos de integración regional y la creación de bloques económicos. Ejemplos del fenómeno de integración económica se encuentran en la evolución histórica de la Unión Europea hacia una nueva unión económica y monetaria, la conversión de Estados Unidos, que ratificó el acuerdo de libre comercio al que se incorpora México (NAFTA), la proliferación de procesos de integración que implican a países en desarrollo, como es el caso de MERCOSUR y los acuerdos preferenciales regionales entre países desarrollados y países en desarrollo, como el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). El proceso de regionalización refleja una evolución multipolar de la economía mundial asentada sobre tres grandes ejes de dominación: Estados Unidos, Alemania y Japón. 

   Tras la II Guerra Mundial, Estados Unidos consigue la hegemonía económica frente a unos países europeos que deben iniciar el proceso de reconstrucción e inspira el establecimiento de un orden económico internacional del que se excluyen a los países de economía socialista. Su poder es ante todo militar y político. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un incremento de la competencia y la dispersión del poder económico entre los países desarrollados de economía de mercado, debilitando el papel hegemónico de USA y fortaleciendo el papel de los países de Europa occidental y Japón. Se produce entonces una situación de liderazgo compartido que provoca graves tensiones y discrepancias, por ejemplo, las guerras comerciales entre USA y UE o entre UE y Japón. No hay que olvidar que el país más endeudado del mundo es precisamente Estados Unidos y su sistema empieza a tambalearse ante la fuerte confianza depositada en el euro y la ascensión de determinados países cuyo crecimiento puede llegar a desbancarle de su trono. 

   Ocurre que, más que un verdadero proceso de globalización, se ha generado una regionalización del comercio y las inversiones mundiales, liderada por los países más desarrollados. La lucha por la hegemonía mundial conduce a una mayor competencia entre los grandes centros de dominación y explica por tanto, el hecho de que países poderosos como Estados Unidos y Japón consideren necesario insertarse dentro de los procesos integratorios. La polarización de la economía mundial en determinadas zonas geográficas está siendo cuestionada y son muchos los pueblos que se enfrentan a los grandes centros de poder. Los conflictos se multiplican ante la nueva capacidad de resistencia y conciencia social que embarga a los pueblos que no quieren sucumbir ante el pensamiento único y estructuras económicas desiguales y excluyentes. 

   Es cierto que existen diferentes tipos de regionalización, predominando aquellas en las que los países se mueven por beneficio propio como es el caso de Alemania dentro de la Unión Europea, Japón en el Sudeste Asiático o Estados Unidos en el NAFTA. Por lo que respecta a los países subdesarrollados, resulta positiva la acción de integración entre ellos (por ejemplo, MERCOSUR) como una manera de hacer frente a los desafíos actuales de la globalización y les ofrece diferentes alternativas para la coordinación de políticas. 

   A pesar de que se tiende a considerar contradictorios los procesos de globalización y regionalización, en realidad se podrían considerar fenómenos complementarios; la globalización ha facilitado y permitido a diferentes países iniciar un proceso de integración que, en un contexto de economías más cerradas al exterior, hubiera sido muy difícil de establecer. Por otra parte, la unificación de reglamentaciones dentro de una determinada entidad regional puede facilitar las relaciones comerciales.

   Globalización y regionalización no son términos incompatibles. Al contrario, actualmente se habla de la denominada Regionalización de la Globalización para expresar la existencia de una verdadera dominación mundial pero con la concentración del poder tanto económico, como político y social en determinadas áreas. Probablemente, el proceso multipolar de regionalización tienda a desarrollarse a lo largo del tiempo, como una forma de facilitar la entrada o permanencia de los países en una compleja estructura económica mundial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un asco de información, muéranse bitches .l.

Anónimo dijo...

La información esta chafa, pedí la información sobre la evolución del bolígrafo y me sale con esto, baah malditos!

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