ESTHER DE LÓZAR CUEVAS

Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!

"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)

"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)

"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)

"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)

"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)

Mientras duerme la ciudad

  Cuéntame ahora, mientras duerme la ciudad, ahora que no quedan restos de fracaso rodeando las esquinas, ahora que la vida parece haberse detenido en una lágrima, en un suspiro, en tus pupilas. Cuéntame cómo has sobrevivido a las tempestades, a las heridas que siguen sangrando, al naufragio sempiterno que sigues arrastrando. Renaces cada primavera, con tu mejor vestido, siempre preparada para la lucha, con tus planes futuros aleteando entre edificios y almas sin consuelo, esperando el tren de las terceras oportunidades. Dime si no te pasa como a mí, dime si no temes quedarte atrás, atrapada entre las puertas que injustamente una vez cerraste, anclada en la limusina de las ocasiones perdidas, contando traiciones, poniendo cara y nombre a tus errores. Explícame ahora, en este silencio desgarrador, cuáles serán tus próximos movimientos, dónde desembocarán esas ansias de vivir, dónde escondes tus cientos de contradicciones, cómo vivirás este nuevo año. Eres envidiada por valiente, admirada por haber mostrado tu peor cara, por no ocultar tus derrotas tras una careta, por sobreponerte a las despedidas que implican renuncias. No te alcanzan las flechas de la cordura porque te defines a contraluz, cuando llega el ocaso y nadie pide explicaciones. Eres única por complicada, sin definición ni manual de instrucciones, con tus anhelos de conquista como epílogo alternativo, sin segundas intenciones. Adelántame alguna de tus absurdas pretensiones, qué harás con el porvenir, con el recuerdo de tus locuras, que una vez también fueron las mías, con las diminutas luces de añoranza que iluminan tu espacio y te retratan. Equivocada pero firme, diluida pero convincente. Cuéntame ahora, mientras duerme la ciudad, con un cielo oscuro que eclipsa mi futuro, cómo extenderás las alas y si te dolerá el golpe después. Demasiadas nubes negras pero tú no las ves. Sigues guardando el pasaporte a la eternidad en el bolsillo de las derrotas. Te mantienes despierta, viva, idealista… contemplando una ciudad que hace tiempo dejó de soñar. 

Para los que luchan por su futuro sin renunciar a los sueños...

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