ESTHER DE LÓZAR CUEVAS
Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!
"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)
"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)
"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)
"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)
"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)
Modelo Fordista-Keynesiano
El Fordismo-Keynesiano fue un sistema económico surgido en el siglo XX cuyos procedimientos generalizados en la industria después de la Segunda Guerra Mundial permitieron elevar considerablemente la producción. La revolución de este modelo promovía la especialización y una transformación en el ámbito económico, industrial y laboral. Entre sus mayores meritos merece la pena destacar la reducción de costos y la posibilidad real de las clases subordinadas de adquirir un mayor protagonismo y un aumento de su poder adquisitivo. La política económica instaurada con el Fordismo se basaba principalmente en el hecho de que la intensidad en el trabajo daba lugar a ganancias de productividad las cuales a su vez permitían elevar los salarios y reducir la jornada laboral. De esta forma, los asalariados ganaban tiempo y renta suficientes para convertirse en los consumidores de aquello que ellos mismos producían.
Otro de los rasgos positivos del Fordismo fue el legado del denominado Estado de Bienestar: el aumento del poder de compra de los asalariados comporto la necesidad de satisfacer una serie de necesidades colectivas, que servían de soporte al uso de los bienes de consumo privados que proporcionaban las empresas y para ello se hizo necesario que los Estados garantizasen la sanidad, la enseñanza, o las infraestructuras necesarias para el desarrollo del consumo privado.
La regularización de las relaciones de trabajo creo unas condiciones favorables para el individuo. El obrero adquiere una serie de derechos laborales, surgen las negociaciones colectivas entre sindicatos y empresarios que permiten paliar ese trato desigual que habían recibido hasta entonces los obreros frente a los empresarios. Estos acuerdos sociales constituyen la primera oportunidad del trabajador, antiguamente explotado y esclavizado, de poder alcanzar un nivel digno de vida y un escudo de defensa frente al abuso del gran capitalista. Se asistió a una verdadera consolidación de unos derechos universales (como por ejemplo, el derecho a las vacaciones, indemnización por despido..) que permitieron a la clase trabajadora adquirir la categoría de ciudadanos y que, por desgracia, hoy día se están destruyendo debido a una progresiva mercantilización de los derechos sociales. Aunque no hay que olvidar que por aquel entonces existían una serie de trabajadores no agrupados que se mantuvieron aislados y excluidos de dicho proceso, sobre todo en los países desarrollados.
Pero el Fordismo no sólo significó una transformación industrial sino que también trajo consigo un cambio en el aspecto cultural, al crear una cultura de masas por medio de la combinación de la producción y el consumo en serie. Este hecho benefició particularmente a Estados Unidos, con la consolidación del american way of life, el anuncio de una maravillosa vida americana que impulsó a miles de inmigrantes a acudir a este país en busca de oportunidades y un futuro mejor. Sin embargo, los extranjeros formaron barrios llenos de exclusión y pobreza. Se encontraron engullidos por un mundo que obedecía exclusivamente a unos criterios estadounidenses. El Fordismo legitimó una cultura hegemónica y excluyente que no fue capaz de respetar las costumbres, culturas e idiomas de las diferentes nacionalidades que en forma de individuos desembarcaron en la sociedad americana.
Por otra parte, la revolución industrial había permitido la introducción generalizada de máquinas en los procesos de producción, por lo que el trabajador se convierte en un simple apéndice de la máquina y su actividad se limita al desarrollo de una serie de tareas repetitivas que se regulan minuciosamente para conseguir un rendimiento adecuado. El obrero se transforma en un operario especializado y las cadenas de montaje transforman al individuo en un eslabón mas del sistema productivo, ya que solo debe aplicar una serie de códigos elementales que se repiten continuamente. Si bien es cierto que el trabajador adquiere una serie de derechos hasta antes nunca conocidos por medio de negociaciones colectivas y un aumento de su poder adquisitivo, la verdad es que nos encontramos ante una situación de subordinación del trabajo del obrero a la máquina industrial, un auténtico control de la mano de obra, una forma más sutil de dominación del individuo, cuya forma de vida, salario y su ritmo de trabajo le mantenía lo suficientemente ocupado como para cuestionar el sistema vigente.
El modelo fordista supuso una revolución desde el punto de vista industrial y propició el surgimiento de una sociedad de consumo de masas, beneficioso para ciertos sectores pero desencadenante de tensiones sociales graves y consecuentes reivindicaciones raciales. Parece ser que los que no poseían el idioma y la cultura americana quedaban excluidos del sistema. Pero si alguien hizo tambalearse al sistema, ese fue precisamente el trabajador integrado en la organización fordista, al darse cuenta de que, bajo el aparente feliz modo de vida americano, se escondía una alineación del propio individuo, carente de cualificación y sin ninguna posibilidad de ascender en su puesto de trabajo ni desarrollarse en el ámbito profesional. La crisis y la caída del sistema fordista fue apoyada precisamente por sus propios trabajadores a través de un movimiento generalizado y contando con el respaldo de los sindicatos.
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14 comentarios:
gracias por el aporte. el art`iculo me parecio` bastante cr`itico.
Excelente, muy productivo...!
MUY ÚTIL E INTERESANTE REFLEXIÓN, HA DESPERTADO EN MI UNA FACETA QUE APENAS HE DESARROLLADO, SEGUIR TUS PASOS Y EL DE OTROS E INTENTAR PUBLICAR PERSPECTIVAS SOCIALES ACTUALES QUE COMO ESTUDIANTE DEL GRADO DE RR.LL. Y RR.HH. EN LA UV, PUEDAN DAR LUZ COMO TÚ A OTRAS PERSONAS QUE NECESITEN ALGO DE IMPULSO Y SABER QUE LO QUE UNO COMUNICA PUEDE SERVIR PARA ALGO O ALGUIEN Y DAR ASÍ UN PASO MAS, MUCHAS GRACIAS.
Me alegra que te haya gustado y haya despertado en ti esas ganas de escribir y transmitir tu perspectiva sobre aqullo que te gusta. Desde aquí te animo a que lo intentes... ya me contarás. Un abrazo.
habla de como influye que genero como fue su movimiento pero no lo conceptualiza
un asco no se puede leer con ese fondo de pantalla................... feo
es un buen aporte me parecio genial ademas de que es muy util para los estudiantes GRACIAS
en lo personal creo que al texto le falta coherencia. en los primeros párrafos se habla del fordismo y producción en serie en general como algo positivo, alegando que no solo resultaba productivo para los jefes, sino que era igual o quizás mejor, para los trabajadores. opinión con la que estoy en profundo desacuerdo. sin embargo, en los últimos párrafos se denuncia-y con razón- la cultura de masas y las consecuencias que tiene en las clases dominadas y el proletariado. ¡sí! los mismos obreros que supuestamente se veían beneficiados. peor que mantener la primera opinión, es intentar remontarla ensuciando verdaderos argumentos de izquierda; ser un tibio. a la gilada ni cabida.
Muy buen texto. Creí que eras economista.
Muy buena critica, me sirvió mucho para estudiar
.
Muy bueno!
Gracias me sirvió para comprender y cerrar la idea de lo que estoy estudiando!!
Maravilloso trabajo, muy bien resumido y explicado. Mis Felicitaciones a la Autora…
Idiota
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