Tú, que eres tan materialista, quizá conserves en un frasco mis palabras y los gestos de amor que te dediqué. Con gusto los reclamaría porque contigo se ajarán lentamente en una esquina carente de luz y de amor. Paseo descalza por la playa desierta de sensaciones y bajo un cielo negro y misterioso. Las olas rompen cerca de mis pies descalzos pero no rebelan dónde han quedado las mentiras que me dedicaste, el engaño que maquinaste. Necesitaría recopilarlo todo para hacer una propuesta de venta al mar, a ese traicionero mar que me invita a sus aguas, que desea verme convertida en víctima de tu congelada sensibilidad. Pero ya es tarde para tanto, sólo quiero los sueños que alimentaron nuestra historia de amor, ten la decencia de devolvérmelos. Para enterrarlos en esta impaciente arena y poder empezar de nuevo.
ESTHER DE LÓZAR CUEVAS
Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!
"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)
"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)
"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)
"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)
"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)
Devuélveme mis sueños
Dejaste mi mundo en tinieblas y te llevaste lo mejor de mí, la parte más ingenua, los besos más sinceros. Yo, que no concebía tu traición, que no la hubiese creído aunque fuese mi más salvaje perdición, me encuentro ahora frente al mar de mis anhelos, vacía de todo contenido y vilipendiada de cuerpo y alma. Mi único pecado fue creerte. Reivindico ahora lo que es mío por derecho, devuélveme los sueños que te entregué sin condiciones, la maleta del viaje al fin del mundo, la fe en la fidelidad y el aroma de mi inocente confianza.
Tú, que eres tan materialista, quizá conserves en un frasco mis palabras y los gestos de amor que te dediqué. Con gusto los reclamaría porque contigo se ajarán lentamente en una esquina carente de luz y de amor. Paseo descalza por la playa desierta de sensaciones y bajo un cielo negro y misterioso. Las olas rompen cerca de mis pies descalzos pero no rebelan dónde han quedado las mentiras que me dedicaste, el engaño que maquinaste. Necesitaría recopilarlo todo para hacer una propuesta de venta al mar, a ese traicionero mar que me invita a sus aguas, que desea verme convertida en víctima de tu congelada sensibilidad. Pero ya es tarde para tanto, sólo quiero los sueños que alimentaron nuestra historia de amor, ten la decencia de devolvérmelos. Para enterrarlos en esta impaciente arena y poder empezar de nuevo.
Tú, que eres tan materialista, quizá conserves en un frasco mis palabras y los gestos de amor que te dediqué. Con gusto los reclamaría porque contigo se ajarán lentamente en una esquina carente de luz y de amor. Paseo descalza por la playa desierta de sensaciones y bajo un cielo negro y misterioso. Las olas rompen cerca de mis pies descalzos pero no rebelan dónde han quedado las mentiras que me dedicaste, el engaño que maquinaste. Necesitaría recopilarlo todo para hacer una propuesta de venta al mar, a ese traicionero mar que me invita a sus aguas, que desea verme convertida en víctima de tu congelada sensibilidad. Pero ya es tarde para tanto, sólo quiero los sueños que alimentaron nuestra historia de amor, ten la decencia de devolvérmelos. Para enterrarlos en esta impaciente arena y poder empezar de nuevo.
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