ESTHER DE LÓZAR CUEVAS

Dedico este pequeño espacio de intelectualidad a mi gente, que me regaló unas alas inmensas; a la vida, que me enseñó a emprender el vuelo sin estrategias ni maquillaje; a la educación, que me hizo libre. Esta mariposa de altos vuelos recupera su pluma... y escribe. ¡Bienvenidos a mi blog!

"La pluma es más poderosa que la espada y escribir con ella es considerablemente más fácil" (Feldman)

"Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito" (Shakespeare)

"El alma tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene" (Victor Hugo)

"La peor lucha es la que no se hace" (Karl Marx)

"Lo que con más trabajo se adquiere, más se ama" (Aristóteles)

Finlandia, líder europeo en Educación


   Confieso que miro al norte de Europa con una mezcla de admiración y envidia. Puede que las tasas de suicidio sean de vértigo pero tienen un sistema educativo que quita el hipo. El modelo educativo por excelencia es el finlandés. El informe PISA de 2009 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que mide la comprensión lectora y las habilidades matemáticas y científicas de jóvenes de 15 años en 65 países, sitúa a la cabeza a Corea del Sur, Finlandia, Shanghái (China) y Hong Kong. 

   Un solo país europeo es capaz de competir en educación con los grandes monstruos asiáticos mientras que España se ahoga en la vergüenza de no alcanzar la media de los países desarrollados. No es cuestión de contenidos sino de forma porque en Finlandia convierten la enseñanza en un arte, apuestan por la participación del alumnado en lugar de las tradicionales clases magistrales, hablan al menos cuatro idiomas y se basan en la motivación como motor del estudio disciplinado y los altos rendimientos académicos. Las clases poseen un reducido número de alumnos (nunca superior a 25), el profesorado es muy valorado y respetado y su sueldo es notablemente superior al que dicho colectivo recibe en España y la autonomía de los centros permite a cada uno de ellos adquirir un protagonismo mayúsculo en la dirección y gestión de sus proyectos educativos, siempre orientados en función de las necesidades personales de su alumnado. 

   Todos estos cambios se comenzaron a gestar a finales de los años setenta, gracias a una profunda reestructuración e inversiones en educación que permitieron a este país europeo destacar y convertirse en ejemplo de enseñanza y formación. Concretamente, el 12,5% del PIB de Finlandia está destinado a educación, porcentaje que duplica al español. Si no fuésemos tan vagos, levantaríamos la cabeza y dirigiríamos nuestros ojos al norte para ser espectadores y alumnos en unas aulas más veteranas y juiciosas, para asistir a las tutorías personalizadas y el apoyo a los alumnos con bajo rendimiento, para conocer un lado práctico que aquí desconocemos, para dar a la lectura la importancia que se merece y valorar la supervisión y la evaluación personal del docente, para perdernos en la delicia del plurilingüismo y en la gratuidad absoluta que acompaña al sistema finlandés. 

  Nuestros resultados mediocres en educación desatan la alerta roja y agudizan el resquebrajamiento de un sistema que necesita de cuidados e inversiones, de mejoras y cambios. Finlandia inventó y a nosotros puede que no nos quede más remedio que imitar. Cuando descubres que en este país, de inviernos fríos y veranos tristes, la nota media necesaria para acceder a la universidad es de 9, no puedes por menos que sorprenderte y pararte a pensar en ese líder de educación que seduce y deslumbra. Pero claro, se me olvidaba que, hasta para pensar, España es un país demasiado vago.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si pues lamentablemente esa es la realidad y hay gente a la que ni siquiera le importa como esta su país y no hacen nada para cambiar.

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